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El Triangle de les Bermudes és una àrea oceànica de prop de 4 000 000 km2 definit imaginàriament per un triangle amb les Bermudes, Puerto Rico i Cayo Hueso als vèrtexs; a l'extrem sud de la península de Florida. És una zona famosa per nombrosos casos de desaparicions d'avions i vaixells en circumstàncies estranyes sense explicació lògica aparent, que han causat l'aparició de teories que expliquen els fets com activitats paranormals.


 Història

El Triangle de les Bermudes va començar a ser conegut amb aquest nom com a resultat de la desaparició de sis avions de la Marina i els seus tripulants, el 5 de desembre del 1945.
Des d'aleshores en aquesta zona han desaparegut suposadament, vaixells i avions amb tota la seva tripulació sense que mai s'hagi pogut recuperar ni un sol cos ni cap de les restes dels avions o vaixells. S'explica que molts dels avions es van perdre mentre estaven en contacte radial amb les seves bases o amb els seus llocs de destí, contacte que es va mantenir normalment fins el mateix moment de la desaparició; i que d'altres van enviar estranys missatges, donant a entendre que no podien fer funcionar els seus instruments de navegació, que les seves brúixoles s'havien tornat boges, que el cel tenia un color groc i boirós, en un dia clar, i que l'oceà, suposadament tranquil, no semblava normal.
El 5 de desembre del 1945, un grup de cinc avions que formaven una esquadrilla d'Avengers TBM de la Marina dels Estats Units, i que viatjaven en missió des de la base aeronaval de Fort Lauderdale, i el Martin Mariner enviat per rescatar-los, van desaparèixer misteriosament i van ser objecte d'una de les operacions de recerca marítima i terrestre més intensives, fins aleshores, realitzada. Malgrat tots els esforços no es va poder trobar mai cap bot salvavides, o taca d'oli o restes de naufragi. Altres successors colpidors que també han ocorregut a la zona ha sigut la desaparició del vaixell de càrrega Marine Sulphur Queen, de 129 metres de llarg, o el Cyclops, de 19000 tones, amb 309 passatgers a bord.

Teories

Algunes explicacions que s'han donat per intentar donar una explicació a aquests successos han sigut, entre d'altres,el fet que a la zona apareguessin sobtades marees causades per terratrèmols, boles de foc que exploten contra els avions, atacs de monstres marins, trastorns espai-temporals que condueixen a una altra dimensió, remolins electromagnètics o gravitacionals que fan que els avions s'estavellin o que els vaixells es perdin a alta mar, captures o segrests d'OVNIS, etc. Moltes d'elles, amb una base més paranormal que científica.
Una altra explicació, explica que del fons marí podrien haver sortit petites bombolles de gas que fessin baixar la densitat de l'aigua, pel que aleshores la densitat total del vaixell hauria estat superior a la de l'aigua de tal forma que s'enfonsaria. Una altra teoria és que sortís del fons marí una gran bombolla de gas que fes que el vaixell s'enfonsés en qüestió de mil·lèssimes de segon.
Cap de les teories, però, ha pogut ser demostrada encara i l'explicació a tants successos és encara desconegut



El Spray

La gran habilidad del Capitán Joshua Slocum como marinero estaba más allá de la duda: (había sido el primer hombre en circunnavegar el mundo en solitario). En 1909, se embarcó en su bote Spray para atravesar el Triángulo de las Bermudas. Desapareció e incluso no hubo evidencia de que haya estado ahí. Se asumió que se hundió por una ola o por una ballena, aun cuando se suponía que el Spray era un barco resistente y Slocum un experimentado marinero; por lo tanto, en 1924 se le declaró legalmente muerto.

El caso del Cessna

El caso es el siguiente: Helen Cascio, experta piloto de aviación, manejaba su Cessna 172 y se aproximaba a la isla. La torre de control le iba facilitando las instrucciones. Después de conectar varias veces, en una de ellas, Helen no respondió, aunque el canal de la radio estaba abierto. Los operadores de la torre escucharon a la piloto decirle a su único pasajero: «He debido de hacer una falsa maniobra. Esto debería ser Turco, pero ahí no hay nada, ni aeropuerto, ni casas: no hay nada».
Los controladores continuaron, frenéticamente, intentando entrar en contacto con la piloto, pero Helen no les escuchaba. Posteriormente recibieron la que sería última frase que escucharon: «¿No hay manera de salir de esto?».
Nunca se encontró el menor rastro del avión, de la piloto o del pasajero.

Berlitz refutado

Las explicaciones que han dado muchos investigadores para estas desapariciones van desde secuestros por parte de piratas modernos a un simple error humano.
Volviendo a las posibles explicaciones, los análisis menos fantasiosos apuntan a que las fuertes corrientes y la profundidad de las aguas podrían explicar la ausencia de restos, subrayando que varias de las desapariciones atribuidas a esta zona, ocurrieron en verdad a más de 600 kilómetros. Además, cada día varios cientos de naves civiles y militares atraviesan la región sin contratiempos.
Se estima que en los últimos 100 años por esa zona han pasado unas 10 millones de naves (100.000 por año). Se cree que desde mediados del siglo XIX han desaparecido un total de 50 barcos y 20 aviones.
Las desapariciones dentro de la zona, ya que si bien la zona es una de las que más tráfico aéreo y marítimo registran, la frecuencia de los accidentes es proporcionalmente muy baja, en comparación con otros puntos del globo. La aseguradora marina Lloyd de Londres ha determinado que el triángulo no es más peligroso que cualquier otra área del océano, y no cobra tarifas adicionales por el paso a través de esta región. Los archivos de la Guardia Costera confirman esta conclusión. De hecho, el número de supuestas desapariciones es relativamente insignificante considerado el número de naves y aviones que pasan regularmente a través del triángulo.
Aunque ya existía el precedente de Gaddis, tal como se ha explicado, la tasa de accidentalidad de la zona no ofrecía casos suficientes de desapariciones que pudiera incluir en su libro y que tuvieran algún punto no resuelto en la aclaración del accidente. Por este motivo, Berlitz recurrió a diversas estratagemas para hinchar su obra.
Varios de los barcos que Berlitz mencionó no se encontraban en ese enclave geográfico. Es el caso del Mary Celeste, que se hundió entre las Azores y la Península Ibérica. El Freya también lo sitúa en las Bermudas, pero desapareció en el Pacífico, así como el Raifuku Maru, que desapareció en el Atlántico Norte. A otros los nombra erróneamente, como el Atlanta, llamado realmente Atalanta.
También hay desapariciones que no son tales, como las del caso de los buques de guerra Proteus y el Nereus (1941) que está constatado que se hundieron en acciones bélicas. Para el hundimiento del Rubicon, Berlitz mintió afirmando que desapareció en circunstancias de clima normal cuando está comprobado que hubo una fuerte tormenta en la zona. En otras ocasiones, recurrió a escribir sobre barcos ficticios, como el Stavenger.
Además el Triángulo de las Bermudas es una de las zonas con más tráfico aéreo y naval de todo el mundo y con incidencias climáticas como tormentas y huracanes que hacen muy factible y explicable la cantidad de naves hundidas, sobre todo antes de la invención de los sistemas de navegación actuales. Estos han desbaratado la invención de Berlitz, ya que no se ha vuelto a registrar ni un solo caso de aeronave desaparecida en una de las zonas con más tráfico aéreo del mundo, aunque supuestos "testigos" hablan de los "incidentes" que sufrieron con sus avionetas particulares y que acabaron felizmente.
En cuanto se perfeccionen las técnicas de inmersión en aguas profundas es probable que se recuperen la mayoría de los barcos perdidos.

Kusche refuta a Berlitz

Lawrence Kusche, un bibliotecario de la Universidad Estatal de Arizona en la época del incidente del Vuelo 19, se sintió intrigado por el número de estudiantes que llegaban preguntando acerca del Triángulo de las Bermudas. Comenzó entonces una exhaustiva investigación de seguimiento de los informes originales. Finalmente publicó sus hallazgos en 1975 en The Bermuda Triangle Mystery: Solved (El misterio del Triángulo de las Bermudas solucionado).
La investigación de Kusche reveló una gran cantidad de inconsistencias y falta de exactitud entre los reportes de Berlitz y las declaraciones originales de los testigos, participantes y otros involucrados en los incidentes iniciales. Demostró que muchos de los casos citados por los difusores del supuesto misterio ni siquiera existieron (presentaban números de vuelo falsos o de barcos inventados), y que la mayoría de las tragedias que sí ocurrieron se situaron fuera de los límites del Triángulo (ver enlace externo más abajo). Notó que había casos en que no se reportó información pertinente, por ejemplo en el caso del navegante circunnavegador Donald Crowhurst, que Berlitz presentó como un misterio, a pesar de que hubo evidencia clara de que Crowhurst había fraguado el proyecto de su viaje y probablemente se suicidó.
Según Kusche, la credibilidad de Berlitz «es tan baja que virtualmente es inexistente. Si Berlitz informase de que un barco es rojo, las posibilidades de que fuera de otro color constituirían casi una certeza. Dice cosas que simplemente no son ciertas. Deja de lado todo material que contradiga su “misterio”».1
Otro ejemplo fue el barco-transporte que Berlitz describió como perdido sin rastro por tres días en el Atlántico cuando estuvo perdido por tres días en un puerto del mismo nombre (Puerto Atlántico) en el océano Pacífico. Kusche también argumentaba que un gran porcentaje de los incidentes que Berlitz atribuye a la misteriosa influencia del Triángulo de las Bermudas realmente ocurrieron muy lejos de allí.
Kusche extrajo varias conclusiones:
  • La proporción entre buques y aviones que se reportaron como perdidos, y los que atraviesan sin problemas el Triángulo de las Bermudas no fue significativamente mayor que en cualquier otra área del océano.
  • En una zona donde son frecuentes las tormentas tropicales repentinas, la desaparición total de algunos barcos no debería considerarse rara, desproporcionada, improbable, ni misteriosa.
  • Las estadísticas de los casos fueron exageradas debido a una pobre investigación. Por ejemplo, algunos botes informados como perdidos y que finalmente regresaron a su puerto con retraso, permanecieron registrados como «perdidos».
  • En los informes de Berlitz, en las circunstancias de las desapariciones confirmadas se miente o exagera. Por ejemplo, cuando Berlitz informaba que un barco había desaparecido en un día de sol, los informes del tiempo de esa fecha indican una tormenta tropical.
  • «La Leyenda del Triángulo de las Bermudas es un misterio fabricado... perpetuado por escritores que intencional o ignorantemente hicieron uso de conceptos erróneos, razonamiento defectuoso y sensacionalismo» (Epílogo, pág. 277).

 Críticas escépticas

Los críticos alegan que Berlitz y otros han exagerado los aspectos «misteriosos» de algunos casos (Berlitz mismo no abogaba por ninguna explicación paranormal), y arguyen que en el Triángulo de las Bermudas no hay más «desapariciones» que en ninguna otra área comparable del océano. Es de notar que la empresa de seguros Lloyd’s de Londres ha determinado que el triángulo no es más peligroso que ninguna otra zona del océano, y no cobra ninguna tasa inusual de aseguramiento por pasar a través de esa área. También la Guardia Costera confirma esto.
Los escépticos comentan que una evidencia más convincente de actividad paranormal sería la desaparición de un tren entre dos paradas, y que el hecho de que eso nunca haya sucedido sugiere que la explicación paranormal no es necesaria para la desaparición de barcos y aviones en el océano, mucho menos predecible.
Aunque en muchos casos, se pueda dar una explicación racional y lógica de la desaparición de ciertas embarcaciones, también hay que destacar que naves como El Rosalie, El Mary Celeste, El Freya, El Gloria Colite, El Rubicon, El Connemara IV, fueron encontrados sin indicios de haber sufrido algún daño pero sin tripulación; estos se encontraban navegando a la deriva, e incluso en uno de los casos (El Rubicon) fue encontrado un perro dentro de la nave.

Respuestas racionales

A pesar de las creencias populares, los Guardacostas de los Estados Unidos y otras fuentes citan estadísticas que indican que el número de incidentes que involucran aviones y buques perdidos no es mayor que en otra parte del mundo igual de transitada. Mientras que se ha demostrado que muchos de los supuestos misterios no eran tales al analizarlos con detalle, teniendo inexactitudes que circulan durante décadas, algunos pocos todavía no tienen una explicación.
El resto de los casos puede ser explicado en términos banales.

[editar] Hidratos de metano

Distribución mundial de los yacimientos de hidrato de metano, en 1996.
Una explicación de algunas de las desapariciones apunta a la presencia de vastos yacimientos de hidratos de metano bajo las placas continentales En 1981, el United States Geological Survey informó la aparición de estos hidratos en el área de Blake Ridge2 Las erupciones periódicas de metano podrían producir regiones de agua espumosa que podría no dar sustentación suficiente a los barcos. Si se formara un área de este tipo alrededor de un buque, éste se hundiría muy rápidamente sin aviso. Los experimentos en el laboratorio han probado que las burbujas pueden realmente hundir a un barco a escala, debido a que se disminuye la densidad del agua.
Algunos escritores han sugerido que este hidrato de metano liberado repentinamente en la forma de burbujas gigantes de gas, con diámetros comparables al tamaño de un barco, podrían hundirlo.3
Sería posible que se creara una burbuja de gas metano desde el fondo del océano, tal como se describe, dicha burbuja gigante rompería debido a la gran presión del agua, y se convertiría en una miríada de burbujas menores antes de alcanzar la superficie. Al emerger, estas burbujas formarían una gran turbulencia, peligrando la flotabilidad. Aunque las burbujas formadas en un tanque de laboratorio puedan ser grandes comparadas con un barco a escala, el efecto no se puede comparar en la naturaleza debido a la relación entre las fuerzas de tensión superficial y gravedad.

 Explicaciones de caídas de aviones

El gas metano también podría hacer caer aviones. El aire menos denso haría que los aviones perdieran sustentación.
Además, en el altímetro del avión (que mide la altitud) mide la densidad del aire. Como el metano es menos denso, el altímetro indicaría que el avión está subiendo. El piloto que viajara de noche o entre nubes (donde no puede ver el suelo), supondría que el avión está subiendo, y reaccionaría descendiendo, haciendo que el avión se estrellara.
Además, el metano en el motor arruinaría la mezcla de combustible y aire. Los motores del avión queman hidrocarburos (gasolina, aerofuel, aeronafta) mezclados con el oxígeno que provee el aire. Cuando los niveles de oxígeno ambiental descienden bruscamente, la combustión podría detenerse por completo, haciendo que el motor se apagara. Todos estos efectos del gas metano se han demostrado experimentalmente.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja se un poc RITA


ADAM

Anónimo dijo...

Rita ja casi he acabat

Anónimo dijo...

iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

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